sábado, 30 de enero de 2016

10 enseñanzas de Santo Tomás de Aquino

Llevar a los hombres a la verdad es el mayor beneficio que se puede prestar a los demás.

La santidad no consiste en saber mucho, meditar mucho, pensar mucho. El gran misterio de la santidad es amar mucho.

Cuanto más un ser se aparta de Dios más se acerca a la nada.
Pero cuanto más se aproxima a Dios, tanto más se distancia de la nada.

Paciente no es aquel que no ve el mal, sino aquel que no se deja dominar por la tristeza.

Nunca toques una herida que no puedas curar.

La oración dominical (padrenuestro) es la más perfecta de las oraciones. En ella no sólo pedimos todo lo que podemos desear correctamente, sino aquello según el orden en que conviene desearlo. De modo que esta oración no sólo nos enseña a pedir, sino que ordena también todos nuestros afectos.

La esperanza cristiana es la espera adecuada de la felicidad eterna.

La oración es necesaria no para que Dios conozca nuestras necesidades, sino para que conozcamos la necesidad que tenemos de recurrir a Dios, para recibir oportunamente las ayudas de la salvación.

El bien de Cristo es comunicado a todos los miembros, y esa comunicación se hace a través de los sacramentos de la Iglesia.

 No pongas en duda si es o no verdad, acepta con fe las palabras del Señor, porque Él, que es la verdad, no miente.

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